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Foto del escritorFreddy J. Sánchez-Leal

¿Para qué se usan las cartas de control?


El contratista de carreteras, o de cualquier obra de tierra, es como la fábrica que produce un carro, tiene toda la responsabilidad sobre la calidad del vehículo, desde todos los aspectos desde donde esta calidad es evaluada. El supervisor tiene la responsabilidad--entre otras cosas--de aceptar o rechazar este "carro", según los parámetros de calidad establecidos en el contrato de suministro. En ningún caso, el supervisor se transforma en el padre del contratista, o comparte la responsabilidad de la calidad de la obra.


Según el Glosario de términos de aseguramiento de calidad en la construcción de obras de transporte del Directorio de investigación en el transporte (TRB, por sus siglas en inglés), en su edición de 2018, el aseguramiento de calidad de una obra involucra varias etapas, como lo son el diseño, los planes y especificaciones, advertencias y reconocimientos, construcción, preservación y planeación. Dentro del proceso constructivo, existe una subactividad dedicada al aseguramiento estadístico de la calidad, en la que participan (a) el sistema de calidad del contratista, como ya dijimos, como garante de la calidad de la obra, (b) la supervisión, en su función aceptar o rechazar la obra terminada, y (c) la verificadora (algunas agencias contemplan esta tercera figura independiente, para tener una opinión adicional sobre la calidad de la obra, con un plan de inspección con una frecuencia generalmente inferior al de la supervisión).



Haz clic en esta figura para ir a un video de explicación ampliada sobre estos procesos.


En el aseguramiento de calidad de la construcción, cada parte involucrada emplea un plan de inspección, previamente definido en el contrato y en la especificación constructiva de la obra. El corte del plan de inspección del contratista, por ejemplo, es orientado al control de calidad, por ser garante de la misma. En el caso de la supervisión y de la eventual verificadora, el corte del plan de inspección es defensivo, de protección, reduciendo y controlando la probabilidad de aceptar un lote defectuoso (error tipo II).




En el caso de las normas mexicanas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los planes de inspección vienen de cuatro fuentes principales, a saber: (a) las normas constructivas, que establecen el tamaño del lote y la frecuencia de muestreo, (b) la norma M·CAL·1/02/01, que establece las disposiciones para ejecutar adecuadamente un muestreo aleatorio simple o compuesto, c) la norma M·CAL·1/03/03, que establece la aplicación adecuada de un método de inferencia estadística, para la evaluación interna de la calidad del lote, o para la aplicación de los diversos tipos de cartas de control en la evaluación de la calidad en el tiempo, y lote a lote, de la progresión de la construcción de la obra de tierra, y) las especificaciones particulares de la obra. Todas estas normas son de descarga libre en el portal de internet de la SCT.



La norma SCT M·CAL·1/03/03 define el empleo de las cartas de control, objeto de este artículo, y que son principalmente usadas por el sistema de calidad del contratista para representar la evolución de la calidad en el tiempo, de lote a lote, de la obra de tierra. De todos los tipos de cartas de control, creadas por Walter Andrew Shewhart en 1920, como diagramas de comportamiento de un proceso, y que son de las siete herramientas de calidad definidas por Ishikawa, la SCT establece siete, a saber: a) carta de medias, b) carta de desviaciones estándar, c) cartas de media móvil, d) carta de desviación estándar móvil, e) cartas mixtas, f) cartas tipo "C" (o de fracción defectuosa) y, g) cartas tipo "D" (o de defectos por unidad producida). Siendo las primeras cinco aplicables a características medibles (como el grado de compactación, la resistencia, la temperatura, etc.), y las últimas dos a características contables (número de defectos por unidad, fracción defectuosa).



A pesar de su diversidad, todas las cartas de control tienen al menos una cosa en común: sirven para evaluar la evolución de la calidad en el tiempo, de lote a lote. Nunca deben ser utilizadas para evaluar de calidad dentro de un lote, por que no son adecuadas para eso, y porque para eso están otras herramientas como la inferencia estadística o los planes AQL.


Con esto en mente, esta semana preguntamos a los casi 50 mil seguidores de la cuenta de Geotechtips en Twitter sobre cómo usaban las cartas de control. Mas de 250 de ellos decidieron responder a la consulta, y estas fueron sus respuestas:



  1. Bien, casi 10 % de ellos no las usa, a pesar de que son herramientas muy conocidas. Lo más probable es que no trabajen o hayan trabajado en el sistema de calidad de un contratista.

  2. Un alarmante 65 % (16 + 59) las usa para evaluar la calidad dentro del lote, es decir, las usa inadecuadamente.

  3. Solo un 16 % de los que decidieron participar manifiesta que usa las cartas de control para lo que son, para evaluar la calidad del proceso de lote a lote.

Estos resultados nos demuestran que incluso cuando tenemos las herramientas para realizar el trabajo, todavía queda una labor importante en capacitar a las personas involucradas con la finalidad de utilizar adecuadamente, y sacarles el máximo provecho a estas herramientas.


¿Qué piensas de todo esto? No dejes de escribirnos tus impresiones, y si así lo deseas, comparte este artículo con tus colegas.




Freddy J. Sánchez-Leal, IC, MI.

Consultor geotécnico y de geomateriales para carreteras.

Profesor en TEC Monterrey y en Instituto Tecnológico de la Construcción (ITC).

Director de la Academia Geotechtips.

sanchez-leal@geotechtips.com

Twitter: @saintloyal


 

Si quieres aprender más sobre estos temas, o capacitarte en el empleo de estas herramientas para el aseguramiento estadístico de la calidad de obras de tierra, te recomiendo tomar este curso digital en la Academia Geotechtips. Haz clic sobre el afiche para ir a la página del curso.





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